La naviera española Alma Cruceros, en la que participa como accionista la Fundación Unicaja, ha protagonizado uno de los episodios más controvertidos del sector turístico marítimo en España en los últimos tiempos. Tras apenas tres cruceros realizados, la compañía canceló su operativa, dejando al buque Ocean Victory en el Puerto de Málaga durante varios días.
El Ocean Victory, un crucero de 104 metros de eslora y capacidad para 186 pasajeros, había generado grandes expectativas en el sector. Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente. Tras su debut el pasado 19 de abril, el barco apenas tuvo tiempo de realizar tres cruceros antes de que la compañía decidiera suspender su operativa.
La naviera, que no ha emitido ningún comunicado oficial sobre la situación ha generado incertidumbre y preocupación entre los pasajeros y empleados de la compañía.
Finalmente, tras varios días de incertidumbre con el barco atracado en Málaga, el Ocean Victory fue trasladado ayer a aguas de Gibraltar, donde se encuentra actualmente fondeado. La decisión de trasladar el barco a aguas gibraltareñas plantea más preguntas que respuestas sobre el futuro de la naviera y el buque.
