Pasajeros de varios países que han navegado en buques de Norwegian Cruise Line han manifestado su sorpresa y malestar al descubrir que el paquete «Free At Sea» está sujeto a un Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) del 10% cuando los barcos navegan por aguas españolas. Este cargo adicional se aplica a bebidas y a las comidas en restaurantes de especialidad, a pesar de que el paquete se comercializa como un todo incluido.
La situación se hizo pública tras un artículo del periódico británico The Independent, donde varios cruceristas expresaron su malestar por el cobro de un IVA adicional del 10% en cada bebida solicitada en puertos y aguas territoriales españolas. Este impuesto también se aplica en las facturas de comida y bebida en los restaurantes especializados de NCL durante la estancia en estas zonas.
Un pasajero del Reino Unido, que pagó más de 300 dólares por un paquete de bebidas, calificó la tasa como una forma de «pagar dos veces por lo mismo». Por su parte, otros pasajeros se mostraron preocupados por no haber sido informados de esta tasa al reservar el crucero y cuestionaron por qué NCL introduce esta medida ahora. La confusión no radica en el pago del impuesto en sí, sino en tener que abonar un extra cuando se ha contratado un paquete que, en teoría, lo incluye todo.
La información de NCL y la postura de la compañía
En los términos y condiciones de la página web oficial de Norwegian Cruise Line se menciona que las cuentas finales de los clientes pueden reflejar el IVA y/o los impuestos aplicables para ciertos puertos o itinerarios. Esta información es accesible antes de contratar el crucero.
Un representante de la compañía declaró a The Independent: «Con el comienzo de nuestra temporada en Europa a principios de este año, se nos informó de que se cobraría a los huéspedes un IVA adicional en ciertos viajes». Explicó también que incluir el IVA en el precio global del paquete es complicado debido a que su importe varía en función del pedido de cada pasajero.
Señalar que la versión internacional del paquete «Free At Sea» difiere de la ofrecida a quienes navegan desde puertos de Estados Unidos. Sin embargo, incluso estos últimos pasajeros tendrán que pagar impuestos sobre sus pedidos de bebidas cuando el barco entre en aguas territoriales españolas.