La historia se repite cada verano: familias que buscan alquilar un apartamento a buen precio para pasar unos días en la playa y se encuentran con que ha sido estafados
Rosa pagó una fianza de 800 euros para reservar un piso en San Juan (Alicante), pero al no recibir noticias del arrendador conforme se acercaba la fecha pactada, comenzó a sospechar. Cientos de mensajes y llamadas después, Rosa recibió el jarro de agua fría: había sido presa de un timo. «No fuimos capaces de ponernos en contacto con él. Le llamamos cantidad de veces y no contestaron a ninguna», relata.
Si es demasiado bueno, no es real
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ya dio cuenta de esta nueva realidad en 2019 al detectar un cambio de hábitos de los españoles a la hora de elegir el tipo de estancia temporal en verano. Hemos cambiado los hoteles por los chalets y los apartamentos. Una tendencia que ahora, en plena pandemia, tiene mayor preferencia al minimizar el contacto con extraños en espacios cerrados. Y, como no, esto ha hecho proliferar las estafas en el sector que, por si fuera poco, cada vez son más complicadas de detectar.